Sacarle la punta al lápiz 2

Hace ya algunos años me propuse mejorar mi nivel de dibujo.

Tenía ya algunas bases, pero estaba descontento y quise profundizar en la materia para pasar al siguiente nivel.

Antes de empezar el verano, me “fabriqué” un programa de aprendizaje “infalible” para aplicarlo durante las vacaciones. También compré con mucho entusiasmo un montón de material que encontré “necesario”.

Ya lo habrás adivinado: en esa época me parecía mucho más a Brutus que a Mateo (excepto por la parte de los padres forrados 😅)

Entre la lista de herramientas y material de dibujo que compré -y que están, oh, surpresa!, completamente nuevos…, podemos encontrar:

Un par de pinceles completamente inmaculados

Pasteles sin tocar

Los famosos carboncillos…

Papel

Incluso una tableta gráfica semi-profesional que casi no utilicé y acabé por regalar hace poco a unos amigos…

Mis expectativas al comenzar el verano eran algo así:

Pero mi verano fue algo más bien parecido a esto:

En fin, una vergüenza…

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El dibujo es en realidad una afición muy económica: Todo lo que necesitas es un simple lapíz y una -todavía más- simple hoja

Toda otra herramienta no es sino un complemento de la experiencia, algo dispensable. Inútil hasta que no se haya dado el primer paso (dibujar)

include “202007141720.md”

Suele pasar con bastante frecuencia que retrasamos nuestros proyectos porque estimamos que “no es el momento”, que las condiciones no son todavía ideales o que nos faltan elementos para comenzar (como por ejemplo la correcta ortografía en la versión francesa de este blog). Y puede que si tu objetivo sea construir un castillo esas excusas sean relativamente razonables, sin embargo siempre tendrás todo lo necesario para poner la primera piedra.

Yo mismo estaba dudando en publicar este artículo porque todavía no he puesto en marcha una dirección mail propia del blog, cosa “necesaria” para el reto que encontrarás al final del artículo -wink,wink.

Por no hablar de la publicación de este proyecto, que fue postergada durante un año porque no fui capaz de dar con el diseño perfecto. El proyecto estuvo pues estancado durante mucho tiempo (lógico, no se puede encontrar algo que no existe. Finalemente decidí publicarlo con el diseño más simple posible (el que venía de serie) e ir modificándolo poco a poco. Encontré la manera de poner la primera piedra de mi castillo.

Esta actitud de postergo nos aleja de nuestros objetivos y va en contra de uno de los principios más universales de la satisfacción y la realización: apreciar al máximo lo que tenemos.

Sí, sí. Lo sé. Es una frase cliché, recalentada y hasta superficial. Por ello…

Introduzcamos una pequeña variación -que, en mi modesta opinión, marca realmente la diferencia…

Para apreciar lo que tienes, explótalo al máximo

Dicho de otra manera (punto 1): Que mejor forma de apreciar mi lápiz sino es usándolo y sacándole punta hasta que ya no quede nada? -me estoy poniendo pesado con la analogía, lo sé-

Por otro lado, varios factores pueden explicar la actitud procrastinadora de la que hablabamos:

… y otros tantos monstruos del mundo moderno. Pero…

Hay un factor especialmente limitante en el aprendizaje del cual sería mejor que nos deshicieramos cuanto antes:

La reticencia a mostrar a los otros nuestros primeros esfuerzos. Esos que son tan, pero tan amateurs, que enrojecerían hasta a un tomate. Esos que hieden a vergüenza (punto 2)

Pregunta: Qué es lo primero que hace un niño cuando termina de colorear su dibujo?

Ir corriendo a eseñárselo a sus padres. Compartirlo

No tiene miedo ni vergüenza de los juicios de los demás. Solo las ganas de compartir.

Seamos como los niños.

El reto!

Los puntos evocados precedentemente (punto 1 y 2) son probablemlente las principales trabas que limitan el aprendizaje. En todo caso son los que me han limitado a mí.

Vamos a deshacernos de esos perros negros de una vez por todas:

Para final de año, todo el material de dibujo que tenga por casa debera haber sido pulverizado (satisfaciendo así el punto 1: explotar al máximo lo que tenemos)

Cada mes redacteré un reporte sobre el “experimento”: sentimientos, ideas, resultados (sean buenos, malos o deprimentes), etc… (satisfaciendo así el punto 2: Perder la vergüenza a compartir garabatos!)

Te intersa?

Si la idea te gusta, puedes participar adaptando el reto a tus proyectos, preferencias, etc… y:

  1. Publicando periodicamente tus avances en tu blog (si ya tienes uno) / Creando un blog específico par el reto (si no lo tienes todavía)
  2. Compartiendo tus progresos en los comentarios de este artículo (puedes usar Markdown para compartir imágenes!)
  3. Enviandonos tu versión del reto y progresos a la dirección mail del blog (pronto estará disponible). Haremos publicaciones en función de la participación.

Te invito pues a desempolvar ese proyecto ilusionante que tienes en el cajón de Los proyectos sin terminar. Ese proyecto que nunca comenzaste por “falta de recursos” y a que busques pues la manera de poner la primera piedra de tu castillo!